Diana Sacayán

Amancay Diana Sacayán nació en Tucumán y desde los 9 meses vivió en Gregorio de Laferrere, La Matanza. Fue una destacada dirigente travesti, militante por los derechos de la comunidad LGTBI+. Tenía 39 años cuando fue víctima de travesticidio.

Durante su juventud, en la década del ochenta, sufrió violencia institucional debido a la persecución por parte de las fuerzas policiales en razón de su identidad de género, dado que en aquella época, la identidad trans era considerada un delito. Sacayán se acercó al Partido Comunista (PC) en la cárcel, comenzando así su formación y militancia.

Sacayán luchó para mejorar su vida y la de sus compañeras. Así fue como formó parte del Programa de Diversidad Sexual del INADI, dirigió la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA) y fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL). En cuanto a los alcances de su activismo, consiguió que se respetara el nombre de la identidad de género autopercibida en todos los hospitales y centros de salud, a través de la sanción de la Resolución N.º 2359/07 del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. 

Y estudió la carrera de Educación Popular en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Se postuló para ser Defensora del Pueblo de La Matanza.

Integró el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, impulsado por Lohana Berkins, una normativa pionera en el mundo que reconoce el derecho de las personas a ser inscriptas en su DNI acorde con su identidad de género. La Ley 26.743 se sancionó el 9 de mayo de 2012 y, el 2 de julio de 2012, Diana fue la primera travesti en recibir su nuevo DNI de manos de la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Por su conceptualización en el marco de los Derechos Humanos, esta legislación es tomada como referencia en la materia en el mundo. 

Estuvo presente en proyectos de atención a la salud, los consultorios médicos exclusivos para la población trans. En relación con el derecho a la educación, coordinó un programa para que sus compañeras retomaran los estudios. 

Su mayor logro fue promover la sanción de la Ley de Inclusión Laboral Travesti Trans que establece que «El Sector Público de la Provincia de Buenos Aires debe ocupar, en una proporción no inferior al uno por ciento (1 %) de la totalidad de su personal, a personas travestis, transexuales y transgénero que reúnan las condiciones de idoneidad para el cargo y establecer reservas de puestos de trabajo a ser exclusivamente ocupados por ellas, con el fin de promover la igualdad real de oportunidades en el empleo público». 

De esta Ley provincial, en 2021 surge  a nivel nacional, la Ley 27.636 de Promoción del acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero «Diana Sacayán-Lohana Berkins».

Diana no pudo ver la trascendencia ni los resultados de estas medidas porque fue asesinada el 11 de octubre de 2015, a casi un mes del día en que se sancionó la Ley en la Provincia, el 17 de septiembre. Se la esperaba en el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata, al que nunca llegó.

En 2018 uno de los perpetradores del travesticidio, Gabriel David Marino, fue condenado por el delito de homicidio calificado por odio a la identidad de género y por haber mediado violencia de género. De esta manera, el fallo en el caso de Diana Sacayán se convirtió en el primero en el país en incluir el inciso 4 del artículo 80 del Código Penal, que establece como agravantes de los homicidios que sean cometidos: «por placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión».